Hablando un poco sobre Le Mans

Hablare sobre mi bólido favorito en este encuentro automovilistico:
En el 2001 la legendaria marca Bentley, tratando de revivir aquellas glorias de los años 20 y 30 como múltiple ganador de las 24 Horas de Le Mans, presentó un nuevo modelo con la intención de ganar la competencia francesa, en el primer gran proyecto de la casa británica luego de ser adquirida por el Grupo Volkswagen.

Fueron 73 los años de ausencia de las pistas de Le Mans. En el 2001, año del regreso, logró un fantástico tercer lugar. Al año siguiente con un solo auto logró el cuarto puesto. En ambas ediciones logró el primer lugar en su categoría.

La gloria llegó en el 2003 al quedar como principal pretendiente al triunfo al tomarse el equipo oficial Audi con su R8 un año sabático. De hecho el EXP Speed 8 compartió componentes de dicho bólido al pertenecer ambas marcas a Volkswagen.

Tom Kristensen, Rinaldo Capello y Guy Smith fueron los pilotos ganadores de la carrera que fue dominada cómodamente por el equipo británico al obtener también el segundo lugar.

De esta manera Bentley fue llevado a lo más alto del automovilismo. Lamentablemente esa escena de triunfo fue la última de este fascinante auto, que de inmediato pasó al museo para darle paso nuevamente al Audi R8 a seguir conquistando victorias.
El EXP Speed 8 tiene un motor V8 DOHC twin turbo de 90 grados de apertura, 3995 cc de capacidad y 32 válvulas (cuatro por cilindro) ubicado en posición central, que entrega una potencia estimada en 600 HP y un torque máximo de 650 Nm.

Su transmisión consiste en una caja de cambios XTrac secuencial de seis marchas. Es capaz de alcanzar velocidades de hasta 350 km/h.

Cuenta con unos poderosos frenos de discos ventilados de carbono en las cuatro ruedas, que tiene que soportar a esta bestia mecánica de 900 kilogramos (tiene una relación peso/potencia de apenas 1.5 kg/HP).

Mide 4645 mm de largo y 1900 mm de ancho, con una distancia entre ejes de 2735 mm.